Cilíndrica, con ventanales abiertos a la naturaleza, llena de color y con piscina. Así concibe Karim Rashid el refugio perfecto para aislarse.
Durante este confinamiento nuestra imaginación es la única que nos podía trasladar a otros ambientes. Hemos soñado con los diseños de Paul Milinski en plena naturaleza idílica, hemos tratado de traer la naturaleza a nuestra casa para intentar falsear espacios abiertos donde no los hay, unos han reorganizado sus prioridades para su próxima vivienda (por si a caso nos volvemos a encontrar en las mismas…), y otros han idealizado la casa en la que vivir un confinamiento y se han puesto a diseñarla. Tiempo había, ¿no?
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