Durante este confinamiento la mayoría nos hemos visto reorganizando los espacios para poder sacar una zona de trabajo donde poder teletrabajar. Muchos se han trasladado al salón, otros al recibidor de casa o incluso en el dormitorio principal; y solo los más afortunados han montado su minioficina en un cuarto extra al que antes no daban mucho uso. Pero al final, todos hemos experimentado el papel tan importante que hace el cambiar de escenario a la hora de trabajar para poder seguir con el horario laboral, y cambiar el chip una vez toca apagar el ordenador.
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