Categorías
Podcast

Las cinco lecciones que me llevo después de 5 años siendo freelance

Como habrás leído en el título del capítulo, hoy quiero compartir contigo las lecciones que he aprendido tras mis más de 5 años siendo freelance. Estos consejos se centran más en lo que he trasladado a mi vida personal, por lo que también te pueden interesar incluso si no eres y tampoco tienes pensado ser freelance. En otro capítulo me centraré en los consejos más técnicos a la hora de ser autónomo para aquellos que están pensando en emprender o para quienes ya lo son, ya que creo que nunca está de más compartir consejos antes de caer en los mismos errores.

Para ponerte un poco en situación, tras terminar de estudiar en la universidad pasé a ser becaria, y de ahí a freelance. No fue una idea que naciera de mi en absoluto. En realidad fue mi jefa la que me propuso que me diera de alta y así poder seguir trabajando para ellos. «Bueno, son solo 50€ al mes, y la cuota empieza a subir al cabo de un año más o menos. Pero total, no creo que esté tanto tiempo siendo autónomo» pensé en su momento. Y de esta reflexión ya han pasado más de cinco años.

Escucha «Las 5 lecciones que me llevo tras 5 años siendo freelance» en Spreaker.

Con esto quiero presentarte la primera lección. Nunca sabes qué va a pasar en el futuro, y algo que creías que sería temporal se convierte de repente en lo que llevas haciendo un tercio de tu vida los últimos años. Por eso creo que una vez alguien decide ser autónomo, hay que sacarle el lado bueno. Para ser sincera, me pasé los primeros meses convencida de que no duraría tanto y no veía que mereciera la pena invertir tiempo o dinero en esta nueva situación, el cambio surgió cuando conseguí un puesto en una empresa CONTRATADA. No me lo podía creer.También todo hay que decirlo: me pagaban como a una becaria y ganaba más como autónomo. Pero aún así acepté.

Como adivinarás, no duré mucho tiempo. Eran 4 personas entre las que había cero trato, comían por separado, hasta que el jefe no se iba yo no podía irme, mi compañera me avisó que a mi jornada tendría que sumarle otra hora más mínimo todos los días, tuviese o no tareas pendientes y lo que es más importante, el trabajo no era el que me habían vendido. Por ejemplo tenía que llevar las redes sociales de la marca pero lo que no me habían contado era que no tenía presupuesto para las fotografías y como solución me dijeron que tendría que hacer que mis amigas posaran para la marca sin regalar nada a cambio, y todo esto en mi tiempo libre. Enseguida me di cuenta de que no merecía la pena seguir aquí y que podía conseguir un ambiente de trabajo con buen rollo y una rutina, yendo a un espacio coworking. Así que decidí volver a mi anterior situación, y me embarqué en la mejor etapa profesional que he tenido como freelance.

Aquí empezó todo...

A partir de aquí ya no traté de escapar, invertí en ser autónomo, traté de entender el idioma de mi gestor para que cada trimestre no entrase en colapso mental, y comencé a fijarme en las cosas buenas de ser autónomo, y solo en las malas que pudiese corregir de alguna forma. Así que tanto para la vida profesional, como para la personal, me esfuerzo y aprovecho todo lo que puedo, tanto si va a ser algo pasajero como si no. Porque nunca se sabe. En esta misma línea, contar con mi espacio de trabajo en una oficina coworking arrasó con otros aspectos negativos de ser autónomos.

El primer cambio que noté casi instantáneamente fue que mis padres y amigos por fin tomaban en serio mi trabajo, pues al trabajar desde casa de mis padres, al final siempre te encargaban que si estar atenta de la comida, que si te dejo al perro para irme a hacer unos recados y un largo etcétera de situaciones en las que siempre eres el comodín para todo, y lo mismo pasa con los amigos. Como no tengo un horario fijo al final sienten la total confianza de ocupar tus mañanas y tardes según les viene mejor y como excusa acaban diciéndote que: total, si puedes trabajar luego. Así que hacerme con un espacio co working fue una especie de «hasta aquí». Tengo una oficina a la que ir y; no, no puedo trabajar por la noche porque mi ordenador está en la oficina.

Puede ser que en tu trabajo no acostumbren a felicitarte por un proyecto bien hecho, y solo recibas las correcciones a realizar, los no me gusta o un «yo me lo imaginaba más así». Que te digan que qué buen trabajo por desgracia no suele ser lo más habitual, pero si lo piensas por un momento, ¿cuántas veces se lo has dicho tú a alguien? Aquí voy a hacer referencia a una de las frases más conocidas de Gandhi “Sé el cambio que quieres ver en el mundo” así que toca empezar a hacer lo que queremos que los demás hagan, por lo que no te cortes en felicitar el trabajo de alguien, además de animar a la otra persona, toca hacerle caso a nuestro amigo y confiar en que tarde o temprano lo recibirás tú también.
Mi segundo consejo exprés a la hora de no infravalorarnos, es tener unas tablas de precios escritas y no dar ningún presupuesto de repente.

 Muchos clientes optan por llamarte, te explican lo que quieren y te piden que les hagas un presupuesto: «así más o menos, ¿como cuánto sería?”. He caído muchas veces en la tentación de soltar una cifra, y luego no atreverme a subirla cuando al calcularlo sobre el papel, veo que me he quedado corta. Por lo que de verdad, insiste en pasar un documento con el presupuesto desglosado para que valoren todas las fases de tu trabajo. Por último, algo que me ha resultado muy gratificante ha sido ver todos mis trabajos favoritos juntos. Es un subidón cuando repasas los proyectos de los que estás más orgullosa, y para esto, renovar mi web ha sido crucial. Es como mi pequeño universo donde veo que sí, mi trabajo está a la altura. De verdad, ¡pruébalo!

El segundo cambio llegó cuando empecé a conocer a más coworkers. Cada uno de un sector: que si una agencia de viajes, una radio independiente, informáticos, hasta una firma de ropa. Al final, durante el café y la hora de comer, aprendía mucho sobre otros sectores, recibía recomendaciones de freelance con mucha más trayectoria que yo, y despertaba mi interés por otras profesiones. 

Ahora, permíteme abrir la caja de pandora para hablar sobre un pensamiento omnipresente en la mayoría de autónomos (bueno, también pasa en muchos trabajadores por cuenta ajena) y esto es el síndrome del impostor. Y, ¿en qué consiste? Bueno pues para los que no saben de qué se trata, básicamente es pensar que tú o tu trabajo no está a la altura, que no eres lo suficiente bueno. En definitiva, que engañas a los demás. Es muy complicado deshacerse de este síndrome, pero espero que al escuchar estas palabras, te den la confianza en tí mismo al ver que no eres el único, que nos pasa a todos, y que sí que vales.

Eso sí, no creas ahora que yo sé hacer también webs, la primera que tuve la hice como pude con plantillas gratuitas y con algún que otro tutorial, pero esta vez he contado con un diseñador web. Y es que, en esta misma línea, creo que es muy importante no llevar tu marca completamente solo, si no escuchar opiniones de fuera y de confianza que puedan complementar tu servicio, pues mientras estás enfocado en un proyecto pueden estar pasando muchas otras cosas a tu alrededor, cambios en el mercado o en la forma de promocionarte. En mi caso, vi que no podía perder mi tiempo y energía en hacerlo todo, y fue un alivio delegar algunas cosas como la web o contar con otro compañero en grabaciones que no podía abarcar.

El siguiente consejo que daría ya a cualquier persona es que siempre hay que seguir formándose. Y una mini advertencia para los freelance: ten en cuenta esto a la hora de reflejar tus precios en un presupuesto. Puede parecer que hay sectores en los que con una carrera o ciclo formativo es más que suficiente, pero la realidad es que el mundo está cambiando cada vez más rápido, y eso acaba afectando a casi todos los sectores. Siempre será buena idea buscar algún curso de apoyo, un mentor con experiencia que quiera transmitir sus conocimientos o incluso un colaborador principiante que sepa cómo atraer a un público más joven si es eso lo que necesitas.

Y ya por último, algo en lo que estoy todavía trabajando, y si tienes la clave para lograrlo, por favor escríbeme, es a “enfocarme solo en mis objetivos, a no mirar lo que hace el vecino y comparar mi trabajo con el suyo”. Está claro que buscar lo que las otras empresas están haciendo en tu sector o en otros puede inspirarte, y desde luego es algo que animo a hacer, pero hay que saber diferenciar cuándo estamos disfrutando y aprendiendo del trabajo de otra persona, sin compararte, ni infravalorar el tuyo. Y es que una de las frases que tengo guardadas en un tablero de Pinterest dice que admires la belleza de otro sin cuestionarte la tuya. Algo que trato de aplicar también en el trabajo.

Por ejemplo en el tema de los vídeos que vemos en internet, existen infinidad de estilos. Me encanta ver vídeos explosivos y acelerados de viajes, de deporte ¡o incluso de recetas! que te suben las pulsaciones en un solo minuto, pero eso no quiere decir que yo tenga que hacer lo mismo, también puedo optar por un estilo más relajado donde se pueda disfrutar más de cada imagen tomada, y no significa que mi vídeo sea peor que el otro al ser menos acelerado, simplemente son distintos. Yo prefiero que queden claros los pasos de una receta o de un entrenamiento, mientras que los vídeos de otra persona buscan la emoción y la adrenalina. Este ejemplo por supuesto se puede extrapolar a otros campos y el mensaje sería el mismo: céntrate en tu estilo, aprende a apreciar el de otros sin que te haga dudar del tuyo.

Mis 5 consejos como freelance:

Espero que hayas disfrutado de este ratito conmigo, no olvides suscribirte y valorar este podcast para disfrutar cada semana de un nuevo episodio en las principales plataformas como iVoox, Apple Podcast, Spotify y Google Podcast.

Contenidos extra

De una forma muy cómica, Moderna de Pueblo (Raquel Córcoles), nos explica en este vídeo de Bankademia, el lado oscuro de emprender por tu cuenta con su humor tan característico:
Y en este cómic de Monstruo Espagueti que nos trae Vogue España, Anastasia Bengoechea explica perfectamente el síndrome de la impostora que te comentaba en el podcast:

 

 
 
 
 
 
Ver esta publicación en Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

Una publicación compartida de Vogue España (@voguespain)

Canciones del Podcast: Secret t Happiness – Jayjen, The Valley – tubebackr & Found You – Atch (From Audio library)

Categorías
Podcast

Llevo 10 años siendo vegetariana y así me ha cambiado la vida

Llevo casi 12 años siendo vegetariana. Y aunque ahora probablemente tengas muchos conocidos a tu alrededor que siguen una dieta vegana o vegetariana, si nos remontamos a hace más de 10 años, no era tan común. Después de proponérselo a mis padres cuando era muy, muy pequeña, me refiero a cuando tenía unos 6 o 7 años, y volver a proponerlo años más tarde, finalmente dejé de comer carne a los 16 años. Ahora voy a cumplir 28. La primera vez que me lo planteé fue cuando me dijeron que el jamón serrano era cerdo. Y claro, no entendía cómo podíamos hacer eso a un animal con lo fácil que veía yo dejar de comer jamón serrano. «Claro, pero pasa lo mismo con el pollo, el pescado y casi todos los platos que comemos, así que no podemos dejar de comer estos alimentos porque si no nos moriríamos» me explicó mi madre.

Cuando volví a preguntarlo a los 15 años más o menos, mis padres me dijeron que tendría que comer suplementos alimenticios. Así que no me decidí, pues no veía que fuese algo natural, dejar de comer algo si voy a tener que tomar pastillas o jarabes para no enfermar. Pero ya a los 16 años me informé por mi cuenta y descubrí que sí que podía dejar de comer carne y pescado sin necesidad de tomar ningún medicamento.  Así que, decidido: iba a ser lacto-ovo-vegetariana.
Escucha «Llevo 10 años siendo vegetariana y así me ha cambiado la vida» en Spreaker.

Después de visitar a un nutricionista junto con mi mejor amiga a escondidas llegué a mi casa y lancé la bomba. Mi madre no le dio ninguna importancia, no me veía capaz de seguir una dieta así. Y mi padre se enfadó, pero acabó pensando lo mismo que mi madre. La situación hace 12 años respecto al vegetarianismo no era ni de lejos lo que es ahora. Antes buscaba por internet los restaurantes vegetarianos de Madrid para celebrar mi cumpleaños, y no había ni de lejos ni el 5% de los que hay ahora. Incluso me sorprendía ver que en la mayoría tenían 3 opciones de carne y me decían que era porque lo normal es que uno de la mesa fuera el vegetariano y el resto no.

Estoy muy contenta de haber visto cómo ha evolucionado la oferta hostelera. También cómo las secciones de los supermercados dejaban un hueco verde para las opciones vegetarianas. Incluso veo cómo la gente ya no pregunta qué es ser vegetariano. Más o menos ya todos saben lo que entra y lo que no en nuestra alimentación, a pesar de que algunos todavía se resistan a ver que tampoco comemos pollo o jamón york. Pero también veo cómo los términos han ido evolucionando y dudo sobre si es del todo necesario o no ya que puede confundir a los que no estén muy informados… Cuando yo empecé y decidí ser lacto-ovo-vegetariana, los términos que existían era: lactoovovegetariana, lactovegetariana, ovovegetariana, vegetariana y vegana. Obviamente los más conocidos son el vegetarianismo y el veganismo. Y voy a explicarte cómo me los aprendí yo antes de que naciera un blog de recetas vegetarianas al día…

Un poco de teoría…

Una persona vegetariana se alimenta a base de verduras, frutas, semillas y legumbres. Si a esto le añades lácteos eres lacto-vegetariano. Si solo le añades los huevos, eres ovo-vegetariano. Si añades ambas cosas, eres lacto-ovo-vegetariano. Pero, al ser un nombre tan largo, coloquialmente se habla de vegetarianos para todas estas dietas, y si quieres especificar algo que añadas a esta alimentación, puedes decir qué dieta en específico tienes. ¿Y cuándo alguien es vegano? Este estilo de vida va más allá y no solo no comen productos animales, si no productos que directa o indirectamente hieren de alguna forma a los animales, como por ejemplo la miel. Además no utilizan pieles o telas que se produzcan como consecuencia del maltrato animal. Aunque tengo que decir que esto último es lógicamente habitual en cualquiera de estas dietas si las razones que te han movido a llevar este estilo de vida son éticos.

Últimamente he oído términos como los pescitarios y flexitarianos. Estos son los nuevos términos de los que antes te comentaba que dudaba de su necesidad. Tengo entendido que simplemente es comer de todo pero los alimentos de origen animal con menos frecuencia o en eventos sociales. Pero como no me he documentado sobre su verdadero origen no puedo entrar mucho en este tema así que voy a dejar estas definiciones a un lado…

Sinceramente estoy contenta con este estilo de vida, pero tengo que reconocer que es muy fácil caer en ciertas patologías. Para no desanimar a quien quiera lanzarse a este estilo de vida tengo que decir que en los análisis de sangre que hago anualmente (una de las condiciones que me impusieron mis padres), mi colesterol era envidiable en palabras del médico. El malo se encuentra siempre en niveles muy bajos y el alto por encima de la media. Pero también tiene su lado menos bueno como es la anemia que por desgracia es muy habitual. Seguro que habrás oído a algún conocido o igual tú mismo dirás: «pues yo llevo medio año siendo vegetariano o vegetariana y estoy perfectamente». Yo también lo decía, pero estas cosas no aparecen de repente. Las reservas se van acaban con el paso de los años si no mantenemos una alimentación equilibrada.

Y ese es uno de los primeros cambios que debes adaptar a tu nueva vida: vas a pasar mucho tiempo en la cocina. (Y los planificadores semanales no son ninguna tontería) Siento decirte que no se puede ser un vegetariano sano si eres vago, pues es muy fácil caer en la pasta y las patatas. Tanto si te vas de viaje como si vas a estar tranquilamente en casa, tienes que tener a mano siempre snacks que te den energía y platos preparados por ti mismo para no caer en las opciones ya hechas. Que están muy ricas, todo hay que decirlo…

Por ejemplo yo, me pongo a cocinar un fin de semana albóndigas de soja, hamburguesas de lentejas o me pongo a picar verdura para tener el congelador listo para cualquier emergencia. También tengo un listado de snacks para no caer siempre en los mismos, y la voy tachando cada día para asegurarme de no estar repitiéndome mucho a la hora de picotear. Y no solo eso, también tengo mi propio planificador semanal en el que voy distribuyendo los días que como legumbres, verduras, cuántas veces como soja, huevos… Por cierto, puedes encontrar estos contenidos extra al final del capítulo.

Otro consejo para las próximas comidas con amigos o barbacoas: ten en cuenta lo siguiente: si tienes que  llevarte tu propia hamburguesa… Mmm mejor llévate dos, pues todo el mundo te pedirá probar un poquito de la tuya. Y no caen en que 8 personas pidiéndome un poquito es quedarte sin comida, y no puedes pedirles tú de la suya, así que llévate siempre comida de más si no quieres quedarte con hambre…

¡Ah! Tendrás que acostumbrarte a que si te presentan a alguien durante una comida o cena, vas a tener que hablar de porqué decidiste ser vegetariana y tus razones. Personalmente me encanta que alguien sea curioso y se acerque queriendo comprender este estilo de vida. Pero hay días y días, y acaba cansando tener el mismo tema de conversación cada vez que comes con los amigos. Me parece muy interesante ver cómo muchos al saber que no comes animales, se creen que les estás llamando de todo o incluso que les quieres convencer de que tendrían que comer como tú. Te recomiendo que cortes de raíz estas conversaciones porque no llevan a nada. Y pierdes una energía que puedes utilizar en la próxima vez que alguien se acerque a conocer más de este estilo de vida con respeto. ¿No te parece?

Para ir cerrando este capítulo, quiero animarte a compartir conmigo alguna pregunta que suelas recibir acerca de ser vegano o vegetariano y que no sepas qué contestación dar. Tal vez pueda ayudarte, o si necesitas ideas de nuevas recetas estaré encantada de recomendarte algunos libros y blogs muy completos y fáciles. Y por supuesto, me encantará recomendarte los restaurantes vegetarianos que más me han gustado por toda España si estás buscando alguno donde vives. Así que no dudes en escribir en el apartado de comentarios o a mi correo: brookstreetvideos@gmail.com. Espero que hayas disfrutado de este ratito conmigo, no olvides suscribirte y valorar este podcast para disfrutar cada semana de un nuevo episodio en las principales plataformas como iVoox, Apple Podcast, Spotify y Google Podcast.

 

 

Contenidos extra

Canciones del Podcast: Secret t Happiness – JayjenThe Valley – tubebackr & Found You – Atch (From Audio library)

Otros capítulos del podcast

Categorías
Podcast

Todo lo que la serie FRIENDS nos ha enseñado

Todos tenemos un libro que releemos o una serie o película que no nos importa volver a ver una y otra vez. Podría decirse que eso es lo que me pasa con friends pero creo que me estaría quedando bastante corta. Friends para mí no es solo mi serie favorita, y cualquiera que me conozca, lo sabe. Por ejemplo, soy incapaz de calcular cuántas veces he podido ver la serie completa en mi vida, ya que comencé a verla cuando era muy pequeña cuando la retransmitían a la hora de merendar después del colegio y no podías rebobinar… y a día de hoy no he dejado de verla, pues es una serie que no deja de enseñarnos lecciones de vida a lo largo de los años.

Sus capítulos se siguen uno detrás de otro como una banda sonora de mi vida y, antes de descubrir el mundo podcast, eran mi sonido de fondo mientras trabajo desde casa (bueno, no te voy a  engañar, de vez en cuando intercalo programas de podcast con capítulos de Friends). Por eso me parecía el tema más indicado con el que abrir este podcast, pues Mónica, Phoebe, Rachel, Ross, Joey y Chandler, o bueno más bien sus guionistas, me han enseñado grandes lecciones de vida a lo largo de sus 236 capítulos. Así que déjame decirte que aquí, una experta Friends, va a compartir contigo lo que le ha enseñado una de las mejores series para muchos. (Y espero que para ti también…)

Escucha «Todo lo que la serie FRIENDS nos ha enseñado» en Spreaker.

Para poner un poco de orden en todos estos consejos voy a empezar por una de las primeras frases que se me quedó grabada nada más escucharla. Es del primer capítulo de la serie. En la escena vemos a Rachel a punto de cortar las tarjetas de crédito de su padre mientras los cinco la animan a hacerlo. Cuando por fin destruye todas las tarjetas, Mónica dice una de mis frases favoritas:

"Bienvenida al mundo real, es una mierda, pero te gustará"

Es una forma extraña de animar a alguien a dejar una vida acomodada para independizarse y conseguir las cosas por uno mismo. Y a la vez me parece la forma más acertada de describir lo que supone independizarse. Y es que, tener a unos amigos que te animan y te quieren libre es uno de los mejores regalos que se puede pedir. Eso sí, es indispensable ser consciente de los amigos que tenemos. Algo que Rachel consigue muy rápido, cuando duda de haber hecho lo correcto al dejar a Barry plantado en el altar. Pero descubre que contar con unos amigos como ellos es como tener las judías mágicas del cuento de Jack. Desde luego que el título de la serie ya nos adelanta sobre qué nos van a enseñar estos personajes. A lo largo de sus 10 temporadas nos muestran con humor (bueno, mucho humor) cómo cuidar la amistad.

Dado que casi el 50% de la serie transcurre en una cafetería y el otro 50 en el apartamento de Mónica y Rachel, o de Joey y Chandler donde el los seis amigos están siempre hablando; es imposible no darse cuenta de lo importante que es quedar a hablar con tus amigos. Simplemente eso. No se necesitan muchas más excusas que ir a tomar un café o ír a la casa de alguien. Eso sí, toca crear discusiones interesantes sin tener que acudir a Google a la primera de cambio. ¡Y estar 100% involucrados en la conversación sin distracciones! Como probar el filtro de Instagram que te pone pecas o pensando en la descripción que más le pega a tu próxima publicación.

 

Esta es una de las razones por las que Jennifer Aniston no creía que Friends podría funcionar con escenas en la actualidad. Ya bromeó sobre esto en una conversación con Arianna Huffington en la que le dijo que terminarían haciendo una serie sobre gente en una cafetería mirando la pantalla de su móvil. Nuestra amiga no exagera para nada. Pues solo hay que pararse a mirar la terraza de un restaurante o el interior de una cafetería acogedora para descubrir la cantidad de gente que se encuentra entretenida mirando la pantalla de su teléfono o haciendo la foto perfecta del café que está ya enfriándose. Sólo unos pocos y depende del día, deciden guardar el móvil en el bolsillo. ( Y dejarlo sobre la mesa tampoco es una opción…) Y es que, sinceramente, soy de las que opina que la serie está bien cómo terminó. Al fin y al cabo refleja una forma natural por la que los amigos se distancian un poco: mudanzas, hijos, nuevos trabajos… ¿No te parece?

También me llama mucho la atención la forma tan sencilla de arreglar grandes problemas por los que, por un momento, vemos posible la ruptura del grupo, como cuando Chandler besa a la novia de Joey o el fatídico “estábamos tomándonos un descanso” de ya sabes quién. Y es que para situaciones como esta, todo lo que se necesita es saber reconocer cuándo uno ha fallado, pedir perdón y saber perdonar.

La amistad es mucho más sencilla de lo que nos pensamos...

La siguiente lección que aprendí de FRIENDS, he tardado muchos años en descubrirla. Esta es una de las razones por las que me gusta seguir viendo Friends. Según en la etapa de tu vida en la que te encuentras, entiendes de otra manera algunas tramas o te identificas más con cierto personaje. Por ejemplo, yo siempre he dicho que saber a qué quieres dedicarte profesionalmente es una joya que no todos tenemos. Admiro la pasión con la que se entrega Mónica en su cocina, o cómo Ross, desde muy pequeño ya tenía claro que quería dedicar su vida a los dinosaurios. También Rachel, quien ha conseguido ir escalando en la industria de la moda. Pero me tranquiliza saber que también se puede ser Chandler: estar en un trabajo por el que desde luego no matarías y dejarlo sin saber qué camino tomar. Pues tarde o temprano encontrarás el trabajo ideal en el que nunca pensaste que acabarías. 

Para ir terminando voy a centrarme en lo que me ha enseñado Phoebe, el personaje con el que más me identifico (sé que es algo muy difícil pues todos vemos una parte de nosotros en cada uno de ellos). La vida está para disfrutarla, así que sal a correr de la forma que te sientas más libre, haz lo que más te gusta incluso si no eres la mejor en ello, cuida a la naturaleza y a los animales y vive como si nadie te estuviera mirando.

Phoebe también me ha enseñado que hay muchas maneras de ver el mundo, infinitas opiniones, y que todas están bien. Ya materializó esta idea con un simple razonamiento que casi tambaleó los cimientos de Ross en el apartamento de Mónica:

“¿Verdad que hubo un tiempo en que las mentes más brillantes del mundo creían que la tierra era plana, y hasta hace cosa de unos 50 años pensabais que el átomo era lo más pequeño que existía? Hasta que lo dividisteis y salió un montón de mierda de su interior.

Veamos, ¿me estás diciendo qué eres tan increíblemente arrogante que no eres capaz de admitir que existe una pequeña ínfima posibilidad de que puedas estar equivocado en esto?”

Con este potente razonamiento de Phoebe sobre abrir un poco más allá nuestras mentes nos enseña a, que pese a creer que estamos en lo cierto sobre un hecho, aceptar que existe un ínfima posibilidad de equivocarnos. Y es que reflexiones cómo ésta, han hecho que Friends no sea solo una serie. Sino que para muchos es más que eso. Es una guía que nos acompaña a lo largo de la década que más va a cambiar nuestra vida: descubrimos el mundo laboral, la ansiada independencia que inevitablemente lleva consigo mil y una responsabilidades, hasta llegar a las grandes decisiones cómo mudarnos de país, casarnos, tener hijos, dar un giro de 180 grados a nuestra trayectoria profesional… Y aunque todas estas situaciones nos pueden dar un poco de miedo, hay una cosa, que nos ha quedado muy clara: los amigos siempre estarán ahí. Que no se diga que el grupo The Rembrandts, no nos lo ha repetido hasta la saciedad al comienzo de cada capítulo…

Termino este capítulo animándote a que me escribas para compartir conmigo las lecciones que has aprendido de Friends. Estoy deseando que charlemos sobre nuestros 6 amigos para intercambiar opiniones, y me encantará recopilar las mejores reflexiones en una segunda parte para este podcast. ¿Te animas?

Por último, no olvides suscribirte y valorar este podcast para disfrutar cada semana de un nuevo episodio en las principales plataformas como iVoox, Apple Podcast, Spotify y Google Podcast. Muchas gracias por estar al otro lado y te espero en el mismo sitio, la semana que viene.

Contenidos extra:

Empiezo dejándote por aquí un listado de Spotify con las canciones que han sonado o hacen referencia a algunas de las escenas más míticas de la serie. ¡Solo dale al Play y disfruta!

 

Hace unos meses me compré este Trivial de FRIENDS en español y tengo que decir que me encanta. Eso sí, solo te viene con una rosca de quesitos y un dado así que espero que tengas un Trivial en casa para utilizar los quesitos y poder jugar con alguien. Pero también podéis jugar directamente con las tarjetas e ir anotando quien acierta más:

También quiero recomendarte una lectura que seguro que disfrutarás. Por ahora solo está disponible en inglés, pero es muy fácil de leer y te descubrirá muchos datos curiosos sobre cómo comenzó la serie, los castings, los rodajes… ¡Un imprescindible para todo friki de FRIENDS!

Descubre todos los capítulos de 99 Borradores y un Chai Latte desde nuestra web, YouTubeSpreaker, Spotify, iVoox, Apple Podcast y Google Podcast.

Otros capítulos del podcast

Canciones del Podcast: Secret t Happiness – Jayjen, The Valley – tubebackr & Found You – Atch (From Audio library)