En verano, los espacios al aire libre en casa son los grandes protagonistas. Por pequeños que sean, terrazas, jardines, patios y balcones se convierten en el mejor refugio contra las altas temperaturas y el resultado nos da el auge de compras de piscinas hinchables o desplegables. Una solución perfecta para que no quedarnos sin un chapuzón este extraño verano. Puede que al principio pensemos: compro una piscina, ¡y listo, no necesito nada más! Pero instalar una piscina en nuestro jardín conlleva algunos gastos extra de mantenimiento, como una lona para proteger el agua de los mosquitos, algunos productos para tratar el agua, ya que estamos, algún que otro flotador (igual de grande que la piscina)… En fin, que el carrito de la compra va aumentando, y una vez la escena del jardín va cogiendo forma echamos en falta una cosa… ¡Una ducha exterior!
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