Una vivienda inspirada en los lofts del SoHo, con suelos rústicos y el espíritu de una galería de arte.
El piso se encuentra en el piso 48, brindando unas increíbles vistas del cielo de Manhattan, la ciudad de Long Island, Brooklyn e incluso el edificio Chrysler. Los clientes, coleccionistas de arte, querían un hogar que contrastase con su residencia principal en Sudáfrica, dando como resultado espacios fluidos y modernos. Las paredes exhiben las obras de arte de su antigua casa de Miami, así como diseños del siglo XX, como las sillas de comedor de Phillippe Starck que se encuentran bajo la mítica lámpara de pared de Jean Prouvé. «Los clientes solicitaron que los taburetes Backenzahn actuaran como una mesa de café y un pedestal para el arte», comenta Leyden.