Una gran tendencia que vino para quedarse con nosotros por mucho tiempo es la de apostar por un interiorismo total white, donde las paredes, los muebles y los artículos de decoración son totalmente blancos. Este lienzo lleno de luz se ve salpicado por pequeñas notas de color protagonizadas en muchos proyectos por las plantas que decoran las estancias, como ocurre en Bourne Road Residence diseñada por Studiofour en Melbourne (Australia). Esta casa de una planta se encuentra en un vecindario frondoso con un jardín que se convierte en el protagonista del diseño. El estudio tuvo en cuenta como puntos primordiales a abarcar el aprovechamiento de la luz y la privacidad (pues las viviendas que rodean este proyecto se encuentran muy próximas). Para ello diseñaron esta casa con una distribución muy peculiar. En el exterior, la fachada en blanco se asemeja a un lienzo que captura las sombras y los reflejos del gran roble que se encuentra frente a la vivienda. La puerta de entrada ocupa casi toda la fachada y conduce en primer lugar al dormitorio principal y el garaje que se encuentran a cada lado de la entrada guardando privacidad.
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